15 Chistes de Lepe: Selección con los Mejores y más Graciosos

Tras nuestra anterior entrega de chistes de Eugenio, en este artículo volvemos a la carga en nuestra excelente sección de humor para deleitarnos una estupenda selección de 15 chistes de Lepe que, seguro, te arrancarán más de una carcajada. ¿Cuál es tu favorito?

Los Mejores Chistes de Lepe

Los chistes de Lepe son un tipo de chiste popular en España que se basa en hacer mofa y burla de la supuesta torpeza e ingenuidad de los habitantes del pueblo de Lepe, en la provincia de Huelva. Estos chistes suelen seguir una estructura similar, en la que se presenta una situación o problema aparentemente sencillo, y se concluye con un giro cómico basado en la torpeza/ingenuidad que mencionábamos.

A menudo, los chistes de Lepe se han considerado como un estereotipo injusto y ofensivo hacia los habitantes de esta localidad, y han generado controversia por su contenido discriminatorio. Por esta razón, su uso ha disminuido en los últimos años y se promueve un humor más inclusivo y respetuoso.

1. Cortitos

Ya publicamos hace algún tiempo una estupenda selección de chistes graciosos cortos. En esta ocasión, te ofrezco una mini-selección de chistes cortos de Lepe.

¿Cómo llaman los de Lepe a los sordos?
A gritos.

¿Por qué los de Lepe meten a las mujeres en la nevera?
Para que sean más frescas.

¿Por qué en Lepe se tiran a los pozos?
Porque en el fondo no son tontos.

¿Por que los de Lepe se tiran un pedo antes de salir de casa?
Para echar el pestillo.

¿Por qué los de Lepe nunca salen del pueblo?
Por que a la salida hay un letrero que pone Huelva.

¿Por qué en Lepe corren por el campo gritando durante la noche?
Para sembrar el pánico.

¿Por qué los de Lepe se visten de domingo para ir a la óptica?
Porque se gradúan las gafas.

¿Qué hacen los de Lepe corriendo alrededor de la universidad?
Una carrera.

Dos leperos van al médico y ven un cartel que «CONSULTA DE 4 A 7». Así que uno de ellos le dice al otro:
– Oye, que solo somos dos. ¡Vamos a buscar otra pareja de enfermos!

¿Por qué los de Lepe se agachan cuando compran en el supermercado?
Para buscar los precios más bajos.

2. El restaurante

Esto es un tío que se va a comer a un restaurante en Lepe. Al llegar, pide pollo asado. Al rato, se lo sirven, y resulta que esta buenísimo, así que llama al camarero y le pregunta:
– ¡Oiga! ¿Cómo preparan el pollo?
El camarero reflexiona un momento y al rato responde:
– Pues… no hacemos nada especial. Tan solo les decimos que van a morir.

3. Distancia

Están dos leperos, padre e hijo, mirando al cielo. A esto, que le dice el hijo al padre:
– ¡Papá! ¿Qué está más lejos, Cuenca o la Luna?
Y le dice el padre:
– ¡Calla, tonto! ¿Acaso tu ves Cuenca desde aquí?

4. Cicatrices

Tres excombatientes (un americano, un inglés y uno de Lepe), se encuentran presumiendo de heridas de guerra:
El americano se levanta la camisa y dice: «New York City».
El inglés muestra su gran cicatriz y dice: «London City».
Sale el de Lepe, y bajando un poco el pantalón dice: «Apendi-citi».

5. Forasteros

Van dos forasteros paseando por Lepe, y uno le dice al otro:
– Pues vaya mierda de pueblo, y vaya mierda de chistes.
Uno de Lepe lo oye, y les reta:
– ¿Y vosotros de dónde sois?
– De Leganés.
– Pues vaya mierda de lago, y vaya mierda de monstruo.

6. Cine

Uno del Lepe va al cine, y la chica de la taquilla le dice:
– Señor, no lo entiendo. Esta es ya la quinta vez que compra su entrada.
Y el lepero le contesta:
– ¡Ya! ¡Pero es que el tío de la puerta me la rompe!

7. Trabajo

Llega uno de Lepe a una empresa a pedir trabajo y lo pasan al departamento de recursos humanos. Allí, le indican que van a comenzar por hacerle algunas preguntas para evaluar sus conocimientos. El examinador comienza:
– Explíqueme brevemente que son los rayos catódicos.
El Lepero piensa por unos segundos y contesta:
– Los rayos catódicos son Isabel y Fernando.
El examinador queda estupefacto, y le pregunta:
– Entonces, si Isabel y Fernando son los «rayos catódicos», ¿quiénes son los reyes católicos?
El Lepero contesta rápidamente:
– Pues Melchor, Gaspar y Baltasar.
– ¡Ah! El examinador no podía contenerse ya de la risa, pero para rematar le hace una última pregunta:
– Y si Melchor, Gaspar y Baltasar son los «reyes católicos», ¿quiénes son los reyes magos?
El lepero, un poco extrañado por la pregunta le dice:
– En serio, ¿no sabe quiénes son los reyes magos?
El examinador niega con la cabeza. Entonces se le acerca y le dice al oído en voz baja:
– Los reyes magos son los padres.

8. Bolsa

Dos leperos se encuentran en un camino. Uno de ellos llevaba una bolsa al hombro.
– ¿Qué tienes en la bolsa? – pregunta el otro.
– Pollos – responde el primero.
– Si acierto cuantos llevas, ¿puedo quedarme con uno?
– Mmmmm… si aciertas, puedes quedarte con los dos.
– Bueno, pues… ¡cinco!

9. Palomas

Se encuentran dos leperos, amigos de la infancia, que hacía tiempo que no se veían.
– ¿Y tú ahora a que te dedicas? – pregunta uno.
– Pues mira tengo una granja con 10000 palomas.
– ¿Mensajeras?
– No, no te exagero nada.

10. Esquí

Llega uno de Lepe a una estación de esquí en Suiza, y ve un cartel informando de las condiciones de la nieve:
– Neuchatel: 14 cm, blanda.
– Lausanne: 19 cm, escurridiza.
– Sachanffhausen: 15 cm, sólida.
Al leerlo, el de Lepe, va y escribe debajo:
– Suso López: 20 cm, dura como una piedra.

11. Orejas

Va uno de Lepe con las dos orejas quemadas, y su amigo le pregunta:
– ¿Por qué tienes las dos orejas quemadas?
El lepero le responde:
– Porque estaba planchando y llamaron por teléfono, y contesté con la plancha.
– ¿Y la otra?
– Porque el muy idiota volvió a llamar.

12. Zapatería

Un lepero entra un lunes en una zapatería y, después de probarse unos cuantos pares, elige unos italianos muy elegantes. Al entregárselos, el empleado le advierte:
– Señor, estos zapatos suelen apretar bastante los cinco primeros días.
El lepero reflexiona un momento y responde:
– ¡Bueno, no hay problema! No los voy a usar hasta el próximo domingo.

13. Jardín

Le dice un lepero a otro:
– Curro, ¿se puede saber por qué no regaste el jardín?
– Pues… porque está lloviendo a cántaros.
– ¡No seas vago, hombre! Mira, aquí tienes un paraguas.

14. Mudanza

Resulta que en Lepe sólo hay dos personas que se dedican a la mudanza, y ambos son hermanos. Un día iba uno de ellos con un armario muy grande a hombros, con claros gestos de cansancio, y uno del pueblo le dice:
– Pero… ¿no te ayuda tu hermano?
– ¡Claro que sí! Mi hermano está dentro sujetando las perchas.

15. Ovejas

Sale uno de Lepe del pueblo caminando. Después de varios días, llega a Salamanca muerto de hambre. A esto que se encuentra con un pastor, y le propone que si adivina cuantas ovejas tiene le regale una, a lo que el pastor accede. El lepero cuenta, y le dice al pastor:
– 2558 ovejas.
El pastor, todo asombrado, le deja llevarse la oveja. Al rato, el pastor le grita al lepero:
– ¡Muchacho, vuelve acá! Si adivino de dónde eres, ¿me devuelves la oveja?
El lepero acepta y le dice el pastor:
– Usted es de Lepe.
– ¡Anda! ¡Ha acertado! ¿Y cómo lo sabe?
– Hombre, pues que de 2558 ovejas que tengo, ¡vas tú y te llevas al perro!

Bonus

¿Aún quieres más diversión? Pues déjame decirte que estás de suerte, porque esto no ha acabado todavía.

A continuación te ofrecemos 15 chistes de Lepe extra para que sigas partiéndote de risa. ¡Disfrútalos!

¿Por qué los de Lepe cada vez que compran una caja de leche la abren en el mismo supermercado?
Porque en el envase dice «Abra aquí».

¿Por qué los de Lepe cuando entran a la cocina se van?
Porque hay un bote que pone «sal».

¿Cómo se puede identificar a uno de Lepe en un submarino?
Es el que lleva el paracaídas puesto.

¿Por qué en Lepe los semáforos están cuatro o cinco metros más alto de lo normal?
Para que nadie se los salte.

¿Por qué los de Lepe ponen cebollas en la carretera?
Porque son buenas para la circulación.

¿Por qué los leperos cierran los ojos cuando se echan crema?
Porque pone «NIVEA».

Están dos leperos borrachos y uno le dice al otro:
– No sigas bebiendo, que te estás poniendo borroso.

Después de ver que su vecino de Lepe revisa el buzón y sale cabreado varias veces, le pregunta:
– Oye, ¿por qué te enfadas después de revisar el buzón?
– Porque el ordenador me dice «Tienes un correo», y vengo a ver y nada…

Le contaba un lepero a otro:
– Íbamos yo y Manolín…
Pero el otro le interrumpe:
– No, íbamos Manolín y yo.
– Vale, listo, yo no iba.

Un hombre llega a Lepe, y sorprendido por no encontrar un alma en el pueblo, se acuesta a una valla donde hay una mujer mayor:
– Señora, ¿por qué no hay gente en Lepe?
– Están todos en los chistes.

¿Cuál es tu Favorito?

¡Y llega el momento de que participes! Queremos saber cuál de los chistes de este fantástico listado te parece el mejor entre los mejores («el no va más»), así que no te cortes y rellena la encuesta que te ofrecemos a continuación.

En cualquier caso, si echas de menos algún chiste que conozcas y que consideras que también debería estar en esta estupenda selección, te animamos a que nos lo indiques en los comentarios del post 😉